Modelo Minnesota
¿Qué es el Método Minnesota?
El Modelo Minnesota: Recuperación de Calidad.
Durante los últimos dos siglos, diversas instituciones públicas y privadas, tanto en Estados Unidos como en varios países europeos, han intentado prevenir, combatir y tratar la adicción a sustancias psicoactivas sin demasiado éxito. A finales de los años cuarenta, en el Estado Norteamericano de Minnesota, tres instituciones sanitarias – Hazelden, el Hospital Willmar y el Pioneer House- aunaron sus esfuerzos para paliar los efectos que este problema estaba causando en la sociedad americana del momento, llegando a desarrollar un modelo de tratamiento que si bien se centraba inicialmente en el tratamiento del alcoholismo, acabaría por incluir el abuso y dependencia de todo tipo de drogas. Desde entonces, el Modelo Minnesota ha continuado su evolución, incorporando los avances médicos, psiquiátricos y farmacológicos, siendo en la actualidad el modelo terapéutico más extendido y que goza de mayor aceptación en la práctica de rehabilitación de adicciones en EEUU y en varios países europeos, como Inglaterra, Irlanda, Holanda o Portugal.
El enfoque del Modelo Minnesota se caracteriza por ser un abordaje integral e interdisciplinar de la adicción, estando orientado hacia la abstinencia completa de todo tipo de sustancias que alteren el estado de ánimo del paciente que busca recuperarse. Se basa en la combinación de la aplicación del programa de Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos junto a los últimos avances médicos, psicológicos, psiquiátricos y farmacológicos que se van sucediendo en el campo de la adicción. La llamada “Experiencia Minnesota” partió de conceptos nuevos y cruciales. El modelo de rehabilitación es intensivo y se encuentra a la vanguardia en cuanto a los conocimientos actuales para tratamientos de todo tipo de enfermedades adictivas, permitiendo que el paciente no se desligue de su medio ambiente totalmente, y facilitando su pronta reincorporación a sus actividades en un periodo de tiempo corto. Estas características propias del modelo son de gran beneficio, tanto para el individuo, como para su familia y la sociedad.
Una las ideas clave de sobre la que pivota este modelo es la concepción de la adicción como enfermedad – el llamado “disease model”- y no como una deficiencia moral o personal de la persona que la sufre. Sin embargo, esta concepción del alcoholismo como una enfermedad no es nueva, pues así era entendida ya a finales del Siglo XVIII por Benjamin Rush, el llamado padre de la psiquiatría americana. Para este Modelo, el concepto de enfermedad es defendible tanto desde la lógica como desde un nivel terapéutico, pues la anatomía del adicto puede ser comparada con la de las otras enfermedades en sentido clásico de la palabra. Además, la dependencia a sustancias químicas vista como una enfermedad tiene sentido clínico: defiende el tratamiento humanitario para los adictos, mejora el acceso al mismo, y promueve la abstinencia completa de todo tipo de sustancias químicas.
Si bien el Modelo inicialmente trataba de trabajar primero con la adicción del paciente y después con las enfermedades mentales añadidas que aquél pudiera padecer, en la actualidad se produce un tratamiento coetáneo de las mismas. Por otro lado, el Modelo reconoce que las consecuencias asociadas con la adicción se extienden a todas las áreas de la vida del paciente, siendo estás de índole físico, mental, social y espiritual. En cuanto a esta última, el Modelo se focaliza en el crecimiento espiritual, la dignidad del individuo y aboga el concepto de enfermedad crónica, sin cura conocida, con un cuidado continuado en recuperación.
Los objetivos que el Modelo pretende lograr son la recuperación integral del adicto y su reinserción en la sociedad mediante un tratamiento digno que favorezca la recuperación del mismo. El núcleo del tratamiento es el cambio del modo de vida, la recuperación se facilita con el apoyo del entorno natural que son la familia, los amigos y los grupos de autoayuda que el adicto debe utilizar con carácter permanente.
El modelo pretende alcanzar dos metas a largo plazo, por un lado, la de la abstinencia total de drogas, y la segunda conseguir una mejor calidad de vida.
¿Por qué fundación RECAL aplica el Modelo Minnesota?
La adicción al alcohol y las drogas es un problema social que afecta tanto a la persona que las consume, a su familia, como a la sociedad española en su conjunto. A pesar de los avances que se han producido en el tratamiento de la adicción en nuestro país, todavía no existe una Red General de Centros de Tratamiento e Internamiento en la que se aplique de forma sistemática los últimos avances en el campo de la adicción.
El motivo para implantar este Modelo de tratamiento en nuestro país responde fundamentalmente a criterios estrictos de eficacia. Con sus variantes, el Modelo Minnesota se ha venido aplicando con gran éxito en los sistemas sanitarios públicos y privados en diversos países como Estados Unidos, Australia, Inglaterra, Irlanda, Portugal y Holanda.
La eficacia de este Modelo viene avalada por diversos estudios realizados en el campo de la adicción. En concreto, el Modelo se encuentra avalado por el Proyecto MATCH, considerado como el estudio más amplio realizado jamás en la materia, e impulsado por el Instituto Nacional de Abuso del Alcohol y Alcoholismo Norteamericano durante ocho años y por varias instituciones norteamericanas, entre las que se encuentra Hazelden. A lo largo de este plazo, un número elevado de pacientes fue distribuido en uno de los tres tipos de tratamiento que se utilizan para el tratamiento de adicciones. En concreto las Terapias Cognitivo-Conductuales, Motivacionales y de Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos aplicados en un centro de tratamiento. Si bien, sendos acercamientos terapéuticos mostraron una eficacia similar durante el primer año, en el largo plazo los Centros de Tratamiento que utilizaron el sistema de Doce Pasos consiguieron un porcentaje más alto de días abstinentes en pacientes en proceso de recuperación.
Estudios posteriores han avalado los aspectos esenciales del Proyecto MACTH, añadiendo que la combinación de los diversos acercamientos terapéuticos puede dar como resultado tratamientos más eficaces. El Modelo se caracteriza por su carácter inclusivo en cuanto a acercamientos terapéuticos se refiere, conformándose como uno de los modelos más eficaces en el tratamiento de la adicción.
Fuente: sinadditus.com
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